El transporte de mascotas en coche debe realizarse en base a la normativa, para evitar situaciones de peligro. Independientemente de si se trata de un perro, un gato, un ave o cualquier otra mascota, esta debe ir correctamente asentada en el vehículo, y con los dispositivos de seguridad necesarios.
El peligro de viajar en coche con mascotas
Las mascotas van a aumentar la distracción del conductor, provocando que pierda de vista la carretera y los peligros que puede haber en la calzada. Los movimientos de una mascota en el interior del coche también pueden activar dispositivos o provocar cambios de dirección, frenazos, etc., generando una situación de muy alto riesgo.
Cuando hablamos del transporte de mascotas en el coche, también nos referimos al riesgo que puede entrañar para otros conductores y peatones que nuestra mascota se asome por la ventanilla, además del peligro que supone un animal suelto en caso de impacto.
Los 3 elementos básicos para viajar con mascotas
En la actualidad, existen todo tipo de dispositivos que nos permiten fijar la posición de un animal al vehículo, sin embargo, son 3 elementos los imprescindibles para la mayoría de las mascotas:
- Arneses: Los arneses son recomendables para perros y gatos, en este caso permiten una cierta libertad de movimientos, pero siempre en la zona trasera del coche. El arnés se fija al anclaje del cinturón de seguridad y dispone de una distancia fija, lo cual permite que la mascota se mueva, pero a la vez impide que llegue a zonas de peligro.
- Rejillas. Las rejillas divisorias separan eficazmente la zona del conductor de la zona de transporte. Existe una normativa específica para evitar que su instalación pueda suponer un peligro para el conductor y para otros pasajeros.
- Transportín: Es el método más utilizado, se trata de una caja adaptada al tamaño de nuestra mascota. Para su ubicación, se recomienda instalarla tras los asientos delanteros en posición transversal a la marcha del coche.
Transporte de mascotas al veterinario
Muchos de los viajes que realizan nuestras mascotas acaban en la consulta del veterinario, en estas ocasiones es importante que el animal llegue relajado, por tanto, conviene que evitemos métodos que puedan aumentar su estrés.
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