Una de las creencias más extendidas acerca del cuidado de mascotas es que el chocolate es malo para los perros, pero, ¿es cierta o falsa esta afirmación?
En torno a los animales, como en cualquier otra cuestión, existen muchos mitos que conviene consultar para asegurar que aplicamos las mejores medidas y que estas no les perjudican.
En este post, vamos a analizar las propiedades de este producto para estos pequeños peluditos.
¿Es verdad que el chocolate es malo para los perros?
La respuesta a esta cuestión es afirmativa y tiene su explicación, aunque, como en muchas ocasiones, con ciertos matices: el peligro para el animal dependerá del tipo de chocolate (cuanta menor concentración de chocolate, mejor para el animal), del volumen del chocolate ingerido o del tamaño de la mascota (un perro grande tendrá una mejor aceptación de la misma cantidad de chocolate que un animal de pequeñas dimensiones).
Por tanto, debes tener cuidado antes de dejar comer chocolate a tu mejor amigo de cuatro patas, ya que podría afectar a su salud en gran medida.
La teobromina, el componente clave
Para olvidarte de la idea de que los perros pueden comer chocolate, debemos poner el foco en la teobromina, un ingrediente que resulta tóxico para estos animales.
La diferencia está en que el ser humano sí tiene la capacidad de metabolizar esta sustancia de forma rápida, mientras que los perros la digieren de una forma más lenta, propiciando que se acumule en el organismo hasta llegar a índices muy tóxicos para ellos.
Teniendo en cuenta este aspecto, se puede entender el por qué de las afirmaciones que hemos escuchado desde siempre acerca de que no tenemos que darle chocolate a los perros.
Qué hacer si un perro ha comido chocolate
Ya entiendes que el chocolate es malo para los perros pero… ¿y si el perro ya lo ha comido? Ya sea por accidente o no, si te encuentras con la situación de que ya lo ha ingerido, debes observar sus efectos, que van desde pequeños malestares estomacales, vómitos o diarrea en los casos más leves hasta convulsiones, hemorragias, temblores o latidos cardíacos irregulares en los más severos.
Una pequeña chocolatina o la onza de una tableta (siempre que no sea chocolate negro o amargo), en la mayoría de ocasiones, no supone gran riesgo para el animal pero mayores cantidades pueden acabar siendo muy peligrosas para él.
Lo mejor, ante la duda, es que acudas al veterinario cuanto antes para que aplique el tratamiento más adecuado para devolver el bienestar al animal tras un diagnóstico certero.
El facultativo, que puede registrar esta consulta en un software de gestión de clínicas veterinarias de forma rápida, sencilla y segura, suele tratar estos casos induciendo el vómito cuando aún no se han superado las 2-3 horas desde el consumo.
Por tanto, si te preguntabas si el chocolate es malo para los perros, ya has descubierto la respuesta y la razón exacta de este fenómeno, por lo que trata de mantener alejados estos productos de los hocicos más caprichosos.