Muchos de los que han adquirido cierta trayectoria en el sector veterinario se plantean si montar una consulta veterinaria y, una vez tomada la decisión, hay que hacer frente al proceso correspondiente a su apertura.

Pasos para montar una consulta veterinaria

Una consulta veterinaria requiere una serie de trámites imprescindibles para poder desempeñar la actividad de atención de animales de forma correcta.

Antes de pasar a formar parte de los más de 7.000 centros veterinarios, debes reunir una serie de conocimientos que van más allá de los de atención veterinaria: el emprendedor que se decida por esta alternativa deberá conocer nociones básicas sobre gestión y administración empresarial.

Estos aspectos se pueden adquirir trabajando por cuenta ajena en otra clínica durante varios años, aprendiendo en el día a día sobre las gestiones diarias del trabajo, o a través de algún curso o master en el que se impartan conocimientos de este nivel, ya que será imprescindible para el devenir del negocio. Otra opción es que un veterinario, que actúe como responsable del área médica del centro, se asocie con otra persona que domine los aspectos empresariales.

Al pasar este primer paso, hay que decidir qué tipo de servicio se ofrecerán en esta clínica; lo más básico sería una consulta junto a un área comercial con artículos para mascotas, aunque las posibilidades, ya fuera de lo que sería una consulta veterinaria básica, se pueden ampliar a través de servicios de cirugía, hospitalización, radiología, peluquería, urgencias, etc.

El local, clave en la apertura de una consulta veterinaria

Un elemento importante cuando se esté pensando en todo esto será el local en el que ubicarás el servicio de consulta veterinaria. Para ello, deberás hacer un estudio socio-económico de la zona, un análisis de la cantidad de viviendas y el tipo de residentes de los alrededores o acudir al censo de animales domésticos.

Las dimensiones de una consulta veterinaria requieren un mínimo de 75 m2, para situar una sala de espera, otra de consulta y un espacio para curas. La sala comercial y un aseo podrían caber también en un local así. Se estima que la inversión inicial en este punto podría rondar los 100.000 €.

Los materiales y el equipamiento suponen otro punto importante para montar una consulta veterinaria, los cuales estarán presentes en la actividad diaria del facultativo.

También deberás analizar qué cantidad de empleados necesitarás y de qué perfil profesional, teniendo en cuenta la clientela que será habitual en tu centro, a la cual atraerás, en un principio, mediante la técnica del boca a boca, hasta que consigas una cartera de clientes fidelizada.

Por último, te vendrá muy bien hacerte con un software de gestión de clínicas veterinarias en el que se integren todos y cada uno de los procesos de tu negocio para que solo tengas que preocuparte por procurar el mejor servicio a tus clientes.