Tener un perro implica tener un amigo y un compañero fiel durante mucho tiempo, pero también implica la responsabilidad de cuidar de su salud para que esté siempre en las mejores condiciones. Algunas de las enfermedades comunes de los perros se pueden evitar fácilmente siguiendo la prevención adecuada, como la aplicación de vacunas y los buenos hábitos en su higiene. Otras no se pueden prevenir del mismo modo, pero cuentan con tratamientos más o menos efectivos dependiendo en la fase que se encuentre.

Enfermedades más habituales en los perros

Es importante tener en cuenta que, aunque no sepas de qué enfermedad se trata, deberías acudir con tu mascota al veterinario siempre que muestre comportamientos extraños o poco habituales, así como síntomas que puedan implicar malestar del animal. Para que tengas una idea aproximada, estas son algunas enfermedades comunes de los perros.

Otitis

La otitis se produce en el conducto auditivo externo, que se inflama a causa de diversos motivos, entre los que se encuentran las alergias o los cuerpos extraños. Tiene diversos tratamientos dependiendo de las causas, así que es importante que el veterinario lo examine si observas que se rasca demasiado las orejas o que sacude con frecuencia la cabeza.

Moquillo

Afecta especialmente a los cachorros, ya que tiene vacuna y los adultos deberían estar vacunados. Afecta a las vías respiratorias y al sistema nervioso central, y es muy contagiosa y letal entre los perros más jóvenes. Presenta gran variedad de síntomas, como tos, secreciones, estornudos, fatiga, fiebre, diarrea, falta de apetito, etc.

Parvovirus

Los perros vacunados no están en riesgo de sufrir el contagio de esta peligrosa enfermedad. Afecta al sistema digestivo y también al circulatorio, llegando a provocar un mal funcionamiento del corazón del animal. Muestra síntomas como vómitos, diarrea, heces con sangre, deshidratación o cansancio. Se da principalmente en cachorros y requiere atención inmediata.

Dermatitis

Se trata del picor prolongado e intenso en la piel, producido por alergia a algún elemento o producto concreto. Los perros pueden ser alérgicos a muchas cosas, y llegar a provocarse heridas tratando de aliviar el picor que sienten. Un perro con dermatitis se rascará con desesperación, se lamerá la zona o se frotará contra los muebles para calmarse.

Cistitis

Esta enfermedad afecta más a los perros adultos. Se trata una inflamación en la vejiga producida por una bacteria, que puede tener diversos orígenes. Los síntomas son el aumento de las ganas y la dificultad de orinar o sangre en la orina. Requiere asistencia veterinaria inmediata para descubrir las causas y poner remedio.

Displasia de cadera

Esta enfermedad hereditaria tiene mayor incidencia en perros de raza mediana o grande. Genera cojera o dificultad de movimientos y no se puede prevenir, aunque hay algunos factores que la agravan, como el rápido crecimiento, demasiada alimentación o demasiado ejercicio.

Torsión gástrica

También afecta especialmente a las razas más grandes. El estómago del perro acumula gases y líquidos durante la digestión, haciendo que aumente de tamaño y termine girando sobre su eje. Es una dolencia de gravedad que requiere ser tratada de urgencia, ya que puede provocar la muerte del animal en poco tiempo.

Parásitos internos y externos

Los parásitos internos y externos pueden aparecer con mucha frecuencia en el perro si no se realizan las medidas de prevención adecuadas. Para evitar su presencia, no olvides desparasitar a tu perro internamente cada tres meses, bañarlo con frecuencia, y aplicar antiparasitarios externos de forma habitual.

Todas estas dolencias usuales en los perros requieren asistencia veterinaria con mayor o menor urgencia. En todo caso, siempre es necesario seguir el calendario de vacunaciones y revisiones para minimizar los riesgos de que aparezca cualquiera de ellas. ¿Qué medidas de prevención mantienes con tu perro?