Seguir un protocolo de actuación es algo básico en cualquier espacio relacionado con la salud, y una clínica veterinaria no puede ser menos. Fijar ciertos protocolos ayuda a mejorar la experiencia de los clientes y de los pacientes, y también facilita el trabajo del personal de la clínica. Te contamos cuáles son los protocolos veterinarios a seguir en una clínica.

Protocolos en una clínica veterinaria

El objetivo de estas actuaciones es conseguir que las personas que acudan al centro sientan un clima de profesionalidad, seguridad y tranquilidad en todo momento para que su sensación al terminar la visita sea positiva y vuelvan a confiar en el centro la próxima vez. Por eso, es necesario llevar a cabo ciertas acciones en las diferentes fases del proceso.

Recepción de las visitas

Antes de que el cliente llegue al centro veterinario, ya es posible generar esa experiencia positiva a través de mensajes recordatorios, llamadas telefónicas, etc. Una vez en la clínica, el cliente debe recibir un buen trato por la persona encargada de la recepción, que tendrá que controlar el historial del paciente y hacer las preguntas pertinentes sobre el estado del animal, generando así una sensación en el cliente de importancia. Cuanto más rápido se realicen los trámites administrativos, antes podrá pasar a consulta, algo que todos los clientes valoran especialmente.

Consulta veterinaria

Dentro de la consulta, el profesional deberá mostrar un aspecto adecuado, amable y cercano tanto con el cliente como con el paciente. Siempre es recomendable que se relacione con la mascota, que la conozca personalmente y que genere una relación de confianza entre ellos. Además, durante la exploración, debería explicar al propietario cuáles son los pasos que da y qué descubre con ellos. Es importante que el lenguaje utilizado sea cercano, tratando de evitar términos técnicos que podrían causar un estado de nervios en el propietario.

Finalizar el servicio

Para terminar la consulta, hay que resumir al cliente todo lo acontecido, y explicarle todo lo que tendrá que hacer con su mascota o el tratamiento a seguir, además de fijar la fecha para la siguiente cita. Nunca está de más asegurarse de que está todo claro haciendo alguna pregunta al propietario, y despedirse cordialmente y con amabilidad.

Estos son algunos protocolos veterinarios a seguir en una clínica. La clave para fidelizar clientes parte de conseguir una buena experiencia desde que llegan al centro hasta que salen, algo que está directamente en manos de los profesionales que trabajan allí.