Cuando alguien quiere llevar a su mascota de vacaciones le surgen muchas dudas en cuanto al viaje. ¿Se puede transportar al animal en coche? La respuesta es sí, pero es necesario tener en cuenta la normativa para el transporte de mascotas en España. En este post repasamos los aspectos más relevantes de estas normas. Esto es lo que hay que tener en cuenta a la hora de viajar con un animal.

Normas para el transporte de mascotas en España

La legislación establece que viajar con una mascota en el coche sin tener en cuenta ciertas medidas de seguridad puede ser un peligro para la propia mascota, para los ocupantes del vehículo, y por extensión para todos los que circulan por la vía. Sin embargo, la normativa de transporte de animales vivos no es demasiado clara.

Prácticamente solo se hace alusión al transporte de mascotas en el artículo 11.2 de la Ley de Seguridad Vial. Allí se dice lo siguiente:

El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos.

Por tanto, a efectos prácticos las mascotas que viajan en el coche son considerados como objetos o bultos. Traducido a un lenguaje más llano, el transporte de mascotas debe cumplir estos tres requisitos. La mascota no debe

  • Restar campo de visión al conductor
  • Restringir su libertad de movimientos
  • Ser una distracción

Por tanto tiene que ir sujetas, aunque no se especifica cómo. Un transportin puede ser una buena opción. En las tiendas veterinarias se venden jaulas para viajes que garantizan la comodidad del animal durante el viaje. Eso sí, cualquier sistema de retención debe estar homologado por las normas europeas ECE R17 o DIN 75410-2.

Es importante que el animal no cause problemas porque la ley también establece que:

El poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido.

La sanción por llevar a un animal suelto en el coche puede ascender a 200 euros si la mascota va sentada en el regazo del conductor o hay más de una en el coche.