Ser veterinario a domicilio es una de las opciones que tienen estos profesionales, que pueden visitar a sus pequeños pacientes en casa, en los casos en que estos, por la razón que sea, no puedan desplazarse hasta el centro veterinario.

Para gestionar estas situaciones, las clínicas de veterinaria deben llevar un control en el que se incluyan los costes de cada una de las visitas.

Cómo ejercer de veterinario a domicilio

Para ejercer de veterinario a domicilio, existe una serie de requisitos y características esenciales que se deben seguir para que esta actividad se desarrolle de la forma más eficiente posible.

Una furgoneta es lo primero en lo que debes pensar si te estás planteando ejercer como veterinario a domicilio, ya que se trata del medio de transporte adecuado para trasladar los medicamentos, camillas, utensilios o vacunas.

En estos casos, el propietario se ahorra el momento del desplazamiento con el animal, algo que puede ser muy estresante para el pequeño peludo y que se puede evitar con esta alternativa. También se puede dar el caso de que el dueño del animal no disponga de medio de transporte con el que acudir al centro especializado en la salud de los animales.

Sea como sea, esta modalidad está ganando cada vez más adeptos entre quienes tienen a su pequeño amigo en apuros, especialmente aquellos que residen en áreas residenciales o pequeñas poblaciones rurales.

¿Qué puede hacer un veterinario en casa?

Cuando el facultativo llega al hogar, despliega aquellas herramientas que considere necesarias según lo explicado por teléfono por el dueño, como la camilla en la que le atenderá y explorará en busca de respuestas más precisas a sus problemas.

Normalmente, incluso, el veterinario a domicilio podrá realizar análisis de sangre si lo estima oportuno o acciones de medicina preventiva.

Aunque hay profesionales que trabajan solo visitando casas, lo idóneo sería que este veterinario a domicilio tuviese también un lugar de trabajo fijo en el que realice su actividad principal, por si necesita que el animal sea sometido a alguna intervención quirúrgica.

¿Cuánto cuesta un veterinario a domicilio?

El veterinario que visita los hogares de las mascotas, lógicamente, tiene que cobrar algún tipo de recargo por cuestiones de desplazamiento, que suele rondar los 10 euros.

Para gestionar estas visitas y mantener controladas las cuentas de tu actividad laboral como veterinario a domicilio, lo mejor es contar con un software de gestión de clínicas, en el que tendrás todas las cuestiones de tu clínica bajo control y olvidándote del papel.